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lunes, 5 de enero de 2015

Días de sol (porfiria y altura)

Vacaciones con porfiria. No es tan simple como mirar un mapa y sacar un pasaje a donde te lleve el viento. Me llevó cinco o seis años entender por qué me enfermaba cada vez que me iba de vacaciones. El punto mas importante, sin duda, es la altura. El organismo humano es tan perfecto que inventa oxígeno hasta cuando no lo hay. Al cambiar la altitud, subiendo una montaña o simplemente viajando a zonas altas, el cuerpo realiza un esfuerzo de adaptación muy efectivo que consiste en producir una mayor cantidad de glóbulos rojos que se encargarán de transportar una mayor cantidad de oxígeno por todo el cuerpo y lograrán oxigenarlo. Para mi es exactamente como si me inyectaran una infusión de cicuta. Una locura repentina, la sensación de que el cuerpo se muere sin remedio, sin poder frenarlo de ninguna forma. El aumento de glóbulos rojos implica necesariamente una producción de hemo aumentada, lo que en mi caso desata un torrente de porfirinas enloquecidas que tratan de salir y ocupar espacios en mi cuerpo. me ahogan, matan mis músculos, me marean, me cuesta respirar, empiezan las nauseas y vómitos, el dolor en todo el cuerpo y esa sensación única de que el cuerpo se va a detener, va a dejar de vivir en cualquier momento. Eso es un ataque de porfiria provocado por la altura. Me pasó en Bariloche, San Martín de los Andes, Villa la Angostura, Salta y otras provincias del norte argentino..maravillosos lugares que se encuentran actualmente tachados en la lista de posibilidades. Me pasó en invierno cuando iba a esquiar, en verano cuando fuimos de campamento, en primavera cuando viajamos al norte..no depende del clima, ni de la estación del año, ni de mi propio estado físico. Incluso tomando glucosa tuve crisis de porfiria al llegar a San Martín de los Andes. Todas mis vacaciones se arruinaron sistemáticamente hasta que descubrí que era la altura. Todos mis viajes a la playa fueron exitosos y felices. Por fin pude descansar..irme a la playa y descansar..respirar, divertirme, despertarme bien a la mañana y estar sana hasta la noche..comer sushi, meterme al mar, leer mi libro y sacar fotos a mis hijos jugando. Y estuvo bueno..
Hablé de ésto con otras personas con porfiria y no sabían de qué les hablaba. Solo encontré un testimonio, de una chica europea que contaba lo mismo, que había viajado a Machu Pichu y se había enfermado gravemente con la altura. Aclaraba que era algo muy importante, que había sido terrible y que había sucedido por viajar a un lugar tan alto. Ojalá alguien más pueda dar su testimonio. Es muy difícil ir por la vida descubriendo cuáles son los factores que te pueden matar. Sin manual, sin instrucciones..solo ir descubriendo detonantes.
Aunque es tan lindo encontrar los lugares de la salud..
A mi me encantaba subir montañas..no me gusta el sol y no me encanta la playa..pero fui tan feliz descansando junto al mar que creo que me va a gustar..además las playas de todo el mundo me esperan, allá voooy...